miércoles

TE ESTOY AMANDO


En el néctar de tus besos lo descubrí la ternura,
la libertad para mis fantasías pueriles
vida para mis sollozos consiguientes
aliento para mi imperturbable espíritu

Los latidos de mi aorta ya desfallecían
ululante y escurridizo en el penetrante sombrío
zalamero y risueño en el desbordante tristeza

empeñado ahora en tus caricias sospecho
gravitando el sutil atmósfera tuya.
olvidaré pronto el pasado obstinado,
asimetrías de mi desdén y mi desdicha.
viviré al punto junto a ti, eternamente.
iluminado por el fulgor de tu belleza
libre como el viento prendido a tu esencia

dame amor, una esperanza de vida,
amor que por ti ya no soporto, dueña mía.
mi pecho sangrante agoniza y solloza
ilusionado por el amor que por ti aguardo.
ayúdame a cargar la tortura de este delirio
negar que ya no puedo a ninguno



NO ME DEJES MORIR


Amor mío, te descubrí en el vértigo,
de este crepúsculo pausado de la muerte.
Quiero comer, rezar y amar contigo,
quiero verte, hablarte y acariciarte.

Lo dicen mi fibra, mis penas y mi pensamiento;
los hilos de mi sangre desacostumbrada.
Lo dice este dolor, mis calzados y mi cuerpo,
prorrumpen mi piel, mi boca y mi almohada.

Te quiero amor, en mis pasiones mágicas,
quizá torpemente, perdido y destellado;
quizá soñando rosas en falsas providencias,
pero son cuartetos que me conducen a tu lado.

Te amo desde el postre hasta la arista,
desde la alfombra hasta el vértice de la ventana,
en las sábanas tibias de tu cuerpo encubierta
donde duermen los pétalos de amapola morena.

Tus cejas y tu cabellera del aire desvelado,
surten en las noches, las brisas de mi torrente,
desde mis orejas, mis dientes y esta voz desgastado,
cual la colmena del amor, ciega y estridente.

Amor, voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y de tus senos a tu costado,
de mis brazos a la orilla de tus besos que derriba
las fantasías de este núcleo desalentado.

Amor, no te dejaré marcharte, iré contigo,
hasta el otoño del verano, como en cada mañana
juntos en el silencio y hasta la muerte sin castigo
por la proeza de este amor que nos engaña

Amor mío, iremos juntos hasta la sepulcro,
soslayando los vaivenes de la vida y tomados de la mano.
Este amor grandioso nos encumbra con su rostro pulcro
enajenando nuestros sentidos, cual bebida pagano

Por eso amor, te suplica los encantos de mis delirios
que no me asignes el olvido en la distancia,
ya el reloj, la penumbra y  la glucosa de mis huesos

te piden que lo dejes morir los pálpitos  de esta agonía.

¡ESTOY PENSANDO EN TI!


Hoy estoy pensando en ti,
como siempre y persistente,
queriéndote a cada instante.

Aquel día que supe de ti,
de ningún modo me lo sospeché
enamorarme de ti, irremediablemente

En el instante que te conocí
Sólo fuiste aquella muchacha que miré
sus ojos y su sonrisa de niña vehemente.

Pasó el tiempo y luego comprendí,
más que esos ojos y esa sonrisa, tu piel la toqué.
y nació de ella el deseo de estar a tu lado pendiente,

Fue entonces, lo justo que decidí
a descubrir el gran sentimiento que esperé
ansiando tus besos, tu aliento y tu piel ferviente

Cuando estuve junto a ti,
con sutileza tu amor apacible lo rebasé 
y logré el conforte que aspiraba mi alma ardiente 

Hoy, sufriendo estaré aquí,
hasta el día que me quieras esperaré,
tus caricias,  tu calor y las fricciones de tu diente

Si no alcanzaras a quererme aquí,
pues en el silencio olvidarte intentaré
aunque se que jamás podré olvidarte.

Hoy llévame junto a ti
A envolver tus aspecto que esperé
Con mis sueños y acciones a amarte


Siempre estaré cerca de ti
Con mis ojos de lucero tu vida iluminaré,
Aunque tus sentidos y tu corazón me aparte.

Siempre vendré a ti
A dar a tu vida la ilusión intentaré
Aunque estés distante y no llegará a abrazarte.

A cada momento pienso en ti
mi alma, mi corazón siente que sufriré
aunque en mis ensueños imagino tenerte

Tú, eres para mí
la persona a quien con más amor procuré .
las ganas de vivir con las flamas de este fuego ardiente,

Tú, eres para mí
La ángel que llena mis días que ilusioné.
desde lo profundo de mi corazón que siente amarte.

ojalá que tu corazón traigas a mí
para este ser que te amará siempre.


AMOR, ¿DÓNDE ESTUVISTE?


¿A dónde estuviste amor?

En qué regazos inertes
te mantuviste lejos de mí,
oculta e incógnita en el trayecto.
No lo sé, qué  mundanos placeres,
han podido apartarme de ti

¡Amor!,
Te busqué en todas partes y no te encontré.
durante años y en todos los términos,
desde las tinieblas de mi linaje;
te busqué con ansiedad y no te hallé

Te busqué en todos los lugares e incesante,
en mi llanto pueril y en el regazo de mi madre,
en mis juegos infantiles, vacíos y aburridos,
en las fantasías de mi puericia,
y no te encontré.

Te busqué en mis excitaciones nocturnas,
en mi pubertad y mi adolescencia.
En las cartas de amor que escribí,
en los versos ignorados que rasgueé
y no te encontré.

Te busqué taciturno e infraganti,
en las pendientes de las nenas tristes,
al son de la música y el cigarro que me consumía;
embriagado con el néctar del delirio
y no te encontré

Te busqué en las tabernas y en el café
en la juerga y en mis encuentros.
En  los placeres de mis indignos deleites,
en la multitud y en la soledad
Y no te encontré

Te busqué en lo más recóndito de mí ser,
en mis versos y mi filosofía.
En la psicología y en la lucha social,
en el silencio de mis tristes noches
Y no te encontré

Te busqué en el smog del ambiente,
En la lluvia y en los vientos,
En  mis triunfos y en mis fracasos
Desdichado e ilusionado a la vez,
Pero no te encontré.

Entristecido recorrí
ruin a los mandatos de mis circuitos neuronales
con  inquebrantable furor de mis venas
y  hasta el mismísimo infierno acudí
Ahí tampoco,  no te encontré.

Amor, ¡dónde estuviste!
Dímelo dónde …….
Por qué recién te asomas,
a este núcleo ya desgastado.
Qué pasó, ¡dónde estuviste!

Hoy al fin te tengo,
en la desidia y en el vaivén
de la fragilidad de mi pecho
Y no te dejaré ir a ninguna parte.

Al presente eres para mí,
la luz que asienta mi dulce existir,
el aliento que devora mi frágil  frenesí.
Hoy, no te dejaré partir

porque sin ti, vivir no podré