Muero en mis horas tristes,
desconsolado, en la inmensidad de la noche.
Los recuerdos exquisitos me remuerden el espectro
el corazón me revoca y mis ojos arden por verte
palomita.
Doncella adonis de mis amores.
déjame acariciar tu linda cabellera en esta noche,
déjame sofocar en tus brazos este escozor arrebatado
en quejidos abocetados de mis bordes, quimera conejita,
Ven a vislumbrar tus sentimientos de proeza,
en esta pasión que inflama los filos del reborde.
Ven a oxigenar las arterias de mi corazón atormentado
que silenciosamente muere en las brasas de la
angustia
Tratando de agradar a mis penas inflexibles;
en cada crepúsculo inflamado lloro la tristeza de la
noche,
y espero con ansía que vengas a traslucir el
horizonte enredado
con tu amor que duele la distancia encubierta
Con la luz de una estrella divina enciendes
los pormenores de mi vida taciturna y agobiante.
al de este trayecto busca tu fuente conspirado,
amándote silencioso y sublime con pasión descubierta
.
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